La depresión está vinculada con un mayor riesgo de ictus, aunque también es muy común que las personas desarrollen trastornos emocionales tras sufrir un ictus. Según ciertos estudios, a 1 de cada 3 supervivientes de un ictus le puede entrar una depresión en cualquier momento tras el ictus, lo que puede afectar a la recuperación y a la calidad de vida (1).

 

La depresión posictus (DPI) es más común después de un ictus masivo que de uno menor y se da más en las mujeres que en los hombres. Puede ser difícil de diagnosticar debido a otras deficiencias cognitivas como, por ejemplo, problemas en el habla, problemas de memoria y dificultad para reconocer objetos y personas (2).

 

Aunque, después de un ictus, todo el mundo sufre en mayor o menor medida problemas emocionales, habrá que pedir ayuda si varios de estos síntomas aparecen juntos o si lo hacen de forma frecuente y prolongada:

 

  1. Sentimientos de tristeza, ansiedad o vacío persistentes

Es normal sentirse triste o preocupado después de un ictus.  Es normal que las personas se sientan preocupadas por presiones económicas o por la reacción de familiares y amigos. En cualquier caso, si esos sentimientos de ansiedad se vuelven abrumadores, es el momento de buscar ayuda.

 

  1. Alteraciones del sueño y fatiga Al menos el 50 % de los supervivientes de ictus sufren trastornos respiratorios del sueño (TRS), lo que significa que el sueño se les interrumpe varias veces en una noche. Dormir bien es una parte importante del proceso de recuperación tras un ictus (3).

 

  1. Cambios en los hábitos de alimentación

Después de un ictus, son muy comunes los problemas al tragar y, por tanto, es lógico que los patrones alimentarios de un superviviente de ictus cambien. No obstante, una diferencia notable de pérdida o ganancia de peso puede ser un síntoma de depresión.

 

  1. Pérdida de interés en actividades o pasatiempos

Los ictus suelen producir parálisis, lo que no solo dificulta actividades cotidianas como comer o lavar, sino que también hace que el superviviente de ictus deje de participar en actividades que antes le gustaban. Es la falta de interés en dichas actividades, más que la incapacidad de llevarlas a cabo, lo que supone un síntoma de depresión (4).

 

  1. Irritabilidad

Después de un ictus, es normal que las personas sientan enfado y frustración, ya que lo que antes era sencillo de hacer, como atarse los cordones de los zapatos, ahora  es increíblemente difícil.  Pero la irritabilidad también puede ser una señal de depresión, y puede dificultar la salud y la recuperación si dura mucho tiempo. (1)

 

La depresión está clasificada como uno de los diez principales factores de riesgo de ictus modificables (4). Aunque los ictus recurrentes se suelen asociar más a la hipertensión arterial, a las enfermedades del corazón y a un latido irregular de este, también hay que tratar los trastornos psicológicos mencionados anteriormente, ya que pueden provocar que los pacientes dejen de tomar sus medicamentos o no sigan los consejos médicos destinados a reducir el riesgo de ictus (5).

 

Referencias:

  1. Amytis Towfighi, Bruce Ovbiagele, Nada El Husseini et al. Poststroke Depression: A scientific Statement for Healthcare Professionals from the American Heart Association/America Stroke Association. 8 Dec 2016.
  2. David Stevens, Rodrigo Tomazini Martins, Sytapa Mukherjee, Andrew Vakulin. Post-Stroke Sleep-Disordered Breathing – Pathophysiology and Therapy Options. Mini Review Article. Front. Surg., 26 February 2018. https://doi.org/10.3389/fsurg.2018.00009.
  3. Debra Fulghum Bruce, PhD. Medically reviewed by Jennifer Casarella, MD. Symptoms of Depression. https://www.webmd.com/depression/guide/detecting-depression. 17 September 2021.
  4. Amelia K. Boehme, PhD, Charles Esenwa, MD, Mitchell S.V.Elkind, MD, MS. Stroke Risk Factors, Genetics and prevention. Circ Res. 2017 Feb 3: 120 (3): 472-495. Doi: 10.1161?CIRCRESAHA.116.308398.
  5. Wu, Quan-e PhD, Zhou, Ai-min PhD; Han, Yun-peng MM; Liu, Yan-ming MM; Yang, Yang PhD; Wang, Xiao-meng MM; Shi, Xin MM. Poststroke depression and risk of recurrent stroke. A meta-analysis of prospective studies. Medicine: October 2019 – Volume 98 – Issue 4.

 

Actualizado Febrero 2022

Próxima revisión 2024

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